Preguntas Frecuentes

Sin lugar a dudas, la pérdida de un ser querido es una experiencia difícil de asimilar, máxime, cuando esa persona que se ha ido influyó en nuestra vida de una manera importante. Dar el último adiós a quien se va es un acto solemne cuyo contexto debe ser un ambiente de cordialidad y gratitud, razones por las cuales, el funeral representa:

• UNA FUENTE DE CONSUELO Y ALIVIO:
  El estar rodeados de otros semejantes, nos proporciona ayuda moral, psicológica y espiritual para afrontar con valor y resignación una pérdida tan lamentable.
  
  
• CLIMA DE SEGURIDAD Y ARMONÍA:
  No existe un clima mas seguro que aquel proporcionado por nuestros seres más allegados, en el cual, podemos expresar nuestro dolor y pena por el prójimo que se va al abrigo del amor y compañerismo de los concurrentes.
  
  
• REMEMBRANZA:
  El mejor presente que podemos hacer a la persona que se ha ido es el poder recordar todas aquellas excelentes cosas que llevo a cabo mientras estaba entre nosotros.
  
  
• REDEFINICIÓN DE NUESTROS PRINCIPIOS:
  Ante la muerte de un ser tan amado, aún el problema mas difícil se vuelve trivial, al tomar conciencia de que tarde o temprano todos volveremos al Creador, dándonos cuenta así, de que al final lo único importante el llegar a la muerte, son los principios que rigieron nuestra vida, haciéndonos reflexionar en lo vulnerable y pasajera que es esta.
  
  
• SENTIDO DE LA DIGNIDAD:
  El último adiós para la persona que se marcha debe ser algo digno de ella, por lo cual la elegancia y el confort deben hacerse presentes en el día de su despedida.
  
  
• ACERCAMIENTO CON DIOS Y EXPRESIÓN DE LA FE:
  El hecho de que alguien parta de este mundo, representa por si solo un acercamiento con Dios, al recordar que así como El nos dio la vida, el es el único que puede llamarnos a su presencia.
  
  
• RESTABLECIMIENTO DE LOS VÍNCULOS FAMILIARES:
  Cuando algún ser amado fallece, los vínculos familiares ser fortalecen y en aquellas relaciones que se encontraban rotas se da una reconciliación.